Cómo afrontar un duelo gestacional en pareja

La muerte sigue siendo un tema casi tabú en nuestra sociedad del que muy pocos quieren hablar, pero más aún si se trata de una muerte neonatal o perinatal. La pareja que pierde a su bebé se queda rota. No sabe qué hacer, ni siquiera saben si pueden llorar o no su dolor porque nadie conoce cómo es un duelo de estas características.
«El duelo gestacional es un duelo socialmente negado», afirma a EL MUNDO la ginecóloga Miriam Al-Adib Mendiri, facultativa del Área del Servicio Extremeño de Salud. Las personas con toda su buena voluntad, intentan animar a la madre, decirle que no pasa nada, que pronto tendrá un nuevo bebé, pero eso no es lo que necesita oír en esos momentos. «La madre no quiere escuchar eso porque siente que su duelo no está permitido, que se resta importancia al hecho de que su hijo se haya muerto. Piensa que no tiene derecho a llorar la perdida de su bebé, porque socialmente no se habla de ello. Es como un duelo desautorizado», explica la especialista.
Por ello, para tratar este tema y saber qué hacer en cada caso, el Servicio Extremeño de Salud (SES) ha publicado recientemente un manual de buenas prácticas. Se trata de la guía Atención profesional a la pérdida y el duelo durante la maternidad dirigida sobre todo a profesionales de la salud, pero también a todo aquel que quiera informarse sobre el tema. Es esta guía se incluyen todos los abortos o muerte gestacional temprana (antes de las 22 semanas) o tardía.
Además, por primera vez en este tipo de manuales, se incluye un apartado referido a la sexualidad y relaciones de pareja, haciendo especial hincapié en la pareja de la madre gestante. Es decir, no sólo hay que atender a la madre que pierde al bebé, sino también a su pareja, pues la pérdida es de ambos y la atención por tanto, debe ser para los dos. De lo contrario, pueden surgir problemas. «Hay un porcentaje muy alto de parejas que se separan tras un aborto por lo que es importante que ambos elaboren su duelo», afirma Yáñez. Llevar a cabo el duelo es importante porque si no elabora y se resuelve, «podría haber consecuencias de por vida», añade Al-Adib Mendiri.
Este manual sólo recoge los casos de abortos espontáneos porque son los que se contabilizan en el SES, pero la información y conocimientos vale para cualquier tipo de abortos. Pues aunque sean abortos voluntarios también existe una pérdida y, por tanto, un duelo que hay que pasar y elaborar. «Si no, igualmente pueden surgir secuelas de por vida», insiste.
En ocasiones cuando una pareja pierde a su bebé durante en cualquier momento de la maternidad, existen sentimientos de culpabilidad por ‘no haber podido cuidar a hijo’. Hay que tener en cuenta que existen tantos duelos como personas, igual que el dolor, con lo que cada miembro de la pareja seguirá sus propios ritmos. No debemos olvidar, advierte Yáñez que «un duelo es un proceso natural que nos sirve como puente para adaptarse a la nueva situación».
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- Foto: Andy