La carencia de nutrientes en los primeros meses de vida afecta al correcto desarrollo del niño

Las carencias de nutrientes como la ‘vitamina D‘ y el ‘Omega 3‘ durante los primeros meses de vida del niño pueden afectar negativamente a su correcto desarrollo porque «intervienen directamente en el desarrollo de las funciones de tipo motor y cognitivo, así como en la agudeza visual», tal y como destaca el jefe de la Unidad de Nutrición y Metabolopatías del Hospital la Fe de Valencia, Jaime Dalmau. Lograr un aporte nutricional acorde con las necesidades específicas de la infancia es clave para su correcto crecimiento ya que repercute en el estado de salud futuro y así lo han puesto de manifiesto en el ‘III Curso de Avances en Nutrición Pediátrica’ de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT).
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la alimentación con leche materna durante los primeros seis meses de vida porque, según los expertos, ofrece protección frente a infecciones y alergias y, a largo plazo, frente a enfermedades como la obesidad, diabetes, hipercolesterolemia e hipertensión. «La leche humana es el alimento ideal para el lactante, no solo porque proporciona los nutrientes necesarios para el crecimiento, sino también porque tiene un alto contenido de factores bioactivos y bacterias probióticas», ha afirmado el doctor José Maldonado Lozano, de la Unidad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Hospital Materno-Infantil Virgen de las Nieves (Granada).
Respecto a la importancia de ciertos nutrientes, el doctor Dalmau ha destacado que «en el caso de la ‘vitamina D’, es fundamental que las ingestas en los primeros años de vida sean las apropiadas, puesto que la carencia de este nutriente influye directamente en la salud futura del menor; dado el rol fundamental del Omega-3 DHA en el desarrollo del cerebro y la retina, los más pequeños deben ingerir al menos 100 miligramos al día de este nutriente».
- Fuente: La Vanguardia
- Foto: Anyul Rivas