Cáncer de mama y fertilidad: ser madre tras superar la enfermedad

Después de recibir un diagnóstico de cáncer de mama, muchas mujeres jóvenes que aún no tienen hijos sienten una preocupación adicional por la posibilidad de ser infértiles debido a los efectos secundarios que generan las quimioterapias. Y es que uno de los efectos secundarios del tratamiento terapéutico contra el cáncer de mama es la disminución de la reserva ovárica o, en algunos casos, presentar signos de menopausia precoz.
Los grandes cambios en el estilo de vida de las mujeres en las últimas décadas han propiciado que la edad del primer embarazo se retrase de forma considerable. De hecho, el cáncer de mama es cada vez más frecuente en mujeres jóvenes y, por tanto, coincide con el deseo de ser madre de muchas de ellas.
El embarazo precoz es el único factor conocido que disminuye las posibilidades de desarrollar cáncer de mama a lo largo de toda la vida: las mujeres que tienen su primer embarazo a término antes de los 20 años tienen una incidencia hasta el 50% menor que aquellas que no han tenido hijos.
¿Cuánto debo esperar para buscar el embarazo tras el cáncer de mama?
Hasta ahora, las recomendaciones clínicas eran esperar a cumplir los cinco años prescritos de terapia hormonal antes de buscar un embarazo. Estos tratamientos hormonales, que reciben cerca del 80% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama, les impiden quedarse embarazadas mientras se administran durante esos cinco años. Para muchas de las pacientes, ello implicaba que cuando terminen el tratamiento, tal vez sean demasiado mayores para ser madres, ya que los fármacos afectan a la reserva ovárica.
Recientemente se han publicado los primeros resultados del ensayo clínico «Positive», han revelado que se puede reducir el tiempo desde un diagnóstico de cáncer de mama hasta el momento recomendable para iniciar la búsqueda de un embarazo.
Este estudio, que incluye a hospitales y pacientes de 20 países, ha indicado que, en pacientes con cáncer de mama hormonosensible, pausar la terapia endocrina – bajo control médico y durante un periodo temporal que no supere los dos años- para quedarse embarazadas no incrementaría su riesgo de recaída a corto plazo. Las cifras indican que el riesgo de recaída de estas pacientes es del 8,9 % frente a un 9,2 % en pacientes de condición equivalente que no pausaron la terapia en busca de un embarazo.
Según los resultados del estudio, un 74% de las mujeres que decidieron interrumpir la terapia hormonal quedaron embarazadas. De ellas, un 86% dieron a luz y un 14% sufrieron interrupciones de embarazo y no se observó un mayor riesgo para los niños porque sus madres hubieran tenido cáncer.
Algunas mujeres que han sido diagnosticadas de cáncer de mama todavía en su edad fértil pueden llegar a manifestar ansiedad y depresión por la idea de no poder tener hijos a causa del tratamiento o, incluso, no poder alimentarlos con leche materna a causa de la pérdida total o parcial de la mama.
Según el estudio “Cáncer de mama y maternidad”, el hecho de no poder tener hijos biológicos por su cáncer de mama y por el tratamiento es vivido como pérdida.
Métodos de preservación de la fertilidad
Según indica el grupo de investigación en cáncer de mama en España GEICAM, actualmente, menos del 10% de las supervivientes de cáncer de mama quedan embarazadas. Las mujeres remitidas a unidades de fertilidad optan por someterse a estas técnicas en un porcentaje muy bajo (12%).
Las técnicas de preservación de la fertilidad en mujeres con cáncer de mama disponibles hoy en día son la criopreservación de embriones, la criopreservación de ovocitos, criopreservación de la corteza ovárica y análogos LHRH.
Durante mucho tiempo, ha existido la preocupación por quedarse embarazada tras el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de mama podía aumentar las posibilidades de que la enfermedad reapareciese. Esto se debe a que muchos cánceres de mama son sensibles a las hormonas: los estrógenos y la progesterona estimulan el crecimiento de las células tumorales. Y durante el periodo del embarazo, los niveles de estas hormonas aumentan.
Numerosos estudios han evaluado la seguridad de estas técnicas de preservación de la fertilidad y de la estimulación ovárica en pacientes con cáncer de mama. El estudio “Cáncer de mama y el deseo de ser madre”, actualmente promovido por GEICAM, IMIBIC y CIBERONC, busca profundizar en esta cuestión para evaluar con mayor precisión este tipo de embarazos y su seguridad.