¿Cómo afecta el embarazo a los pechos de la mujer?

Como uno de los primeros síntomas en el primer trimestre, en el segundo trimestre o en la recta final, muchas mujeres tienen dolor de pechos en el embarazo, un dolor habitual y no preocupante si no va más allá impidiendo que llevemos nuestro ritmo diario habitual. Eso sí, incómodo es, y puede llegar a serlo mucho en algunos casos.
Al inicio del embarazo la mujer ya puede experimentar cambios significativos en los pechos.
- Estos pueden ser tirantez, sensibilidad, hormigueo, hinchazón… Son molestias frecuentes en el primer trimestre, aunque luego suelen desaparecer.
- La extrema sensibilidad de los pechos en el primer trimestre puede provocar que la mujer sienta molestias o dolor si son estimulados en las relaciones sexuales, por lo que habrá de comunicarlo a su pareja.
- Otros cambios en los senos no producen molestias, como son el oscurecimiento del pezón y areola (y agrandamiento), las venas azuladas que destacan bajo la piel…
- Lo que suele suceder es que el tamaño de los pechos empieza a aumentar ya en el primer mes.
El aumento de la cantidad de estrógeno y progesterona que se produce en el cuerpo de la mujer en esta etapa es el responsable del aumento del tamaño de los pechos y de los efectos secundarios como tirantez, dolor, sensibilidad… Los pechos continuarán aumentando de tamaño durante todo el embarazo, por lo que es probable que hayamos de revisar las tallas en varias ocasiones. El tejido mamario materno puede aumentar unos 900 gramos durante el embarazo, por lo cual es primordial que aseguremos una buena sujeción, cambiando de talla de sujetador si fuera necesario. Las mujeres de pecho pequeño notarán que estos no aumentan tanto de tamaño en los siguientes embarazos, lo cual evitará el dolor debido a esta causa. Sí suele notarse el cambio en el tamaño de cara a la lactancia, una vez ha nacido el bebé.
A algunas mujeres durante el embarazo les sale una molesta protuberancia debido a que se obstruyen los conductos de la leche. Y es que, aunque aún faltan meses para amamantar al bebé, los pechos se van preparando para ello. Si un galactóforo o conducto de la leche se obstruye, puede salir un bulto en el pecho, rojizo, doloroso al tacto. Estos bultos son más comunes a partir del segundo hijo. Para evitar el dolor se aconseja dejar caer agua templada en la ducha sobre la zona afectada o poner compresas calientes. Unos suaves masajes también podrían ayudar a despejar el conducto mamario en unos días. Si la protuberancia no se va y sigue doliendo, se ha de consultar al ginecólogo.
Finalmente, recordemos que la pesadez o una sensibilidad anormal en los pechos es un síntoma bastante común a lo largo de la primera etapa del embarazo. Después, suelen ser más comunes las molestias derivadas del aumento de tamaño de los senos. En cualquier caso, cierto dolor en los pechos durante el embarazo es normal y no debe causar preocupación a no ser que las molestias sean intensas o aparezcan bultos que no se van.