El aumento de peso entre embarazos se vincula a un mayor riesgo de muerte fetal e infantil

Las madres con un peso saludable durante el primer embarazo que aumentaron su peso entre el primer y el segundo embarazo aumentan el riesgo de que su nuevo bebé muera en el primer año de vida, según una nueva investigación con más de 450.000 mujeres suecas, publicada en la revista The Lancet. Los resultados revelan un aumento gradual en el riesgo de muerte fetal tras un aumento de peso entre los embarazos, independientemente del peso de la mujer durante su primer embarazo. Al mismo tiempo la pérdida de peso entre embarazos reduce la probabilidad de muerte neonatal (tras los 28 días del nacimiento) en los bebés de las mujeres con sobrepeso (IMC de 25 kg / m² o más).
«Las implicaciones del estudio en la salud pública son profundas», dice el autor del estudio, el profesor Sven Cnattingius del Instituto Karolinska en Estocolmo, Suecia. «Alrededor de una quinta parte de las mujeres en nuestro estudio ganó el suficiente peso entre embarazos como para aumentar el riesgo de muerte fetal en un 30-50%. La probabilidad de que den a luz a niños que mueren en la infancia también aumenta entre un 27 y un 60%». Este incremento del riesgo se produce incluso si el aumento de peso es moderado (alrededor de 6 kg en una mujer de estatura media).
El estudio se basa en los datos del Registro Médico de Nacimientos Sueco. Los investigadores analizaron más de 450.000 mujeres que dieron a luz a su primer y segundo hijo entre 1992 y 2012 para evaluar el riesgo de muerte fetal y la mortalidad infantil tras un cambio en el índice de masa corporal de la madre (IMC) entre el primer y el segundo embarazo. Las causas de muerte incluyen anomalías congénitas, asfixia al nacer, infecciones y el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Los hallazgos sugieren que los bebés de madres que ganaron más de 4 unidades de IMC entre los embarazos (alrededor de 11 kg en mujeres suecas de altura media) tenían aproximadamente un 50% mayor riesgo de que su bebé muera en las primeras cuatro semanas de vida en comparación con las mujeres que mantuvieron su peso estable. Se ajustaron ciertos factores que se sabe afectan el riesgo de muerte fetal incluyendo la edad, el nivel educativo y el tabaquismo.
En madres con un IMC normal durante su primer embarazo, el riesgo de mortalidad infantil aumentó con el aumento de peso. Fue de 27% mayor para las mujeres que aumentaron entre 2 y 4 puntos de IMC (6 a 11 kg), y 60% más altos para las madres que aumentaron 4 unidades de IMC o más (11 kg o más), en comparación con las madres de peso estable. Los autores sugieren que los incrementos en el IMC en las mujeres de peso saludable pueden reflejar un mayor aumento de masa grasa que en las mujeres obesas, y por lo tanto un mayor riesgo. Por el contrario, las madres con sobrepeso que perdieron al menos 6 kg antes de su segundo embarazo tenían alrededor de un 50% menos de probabilidad de muerte neonatal.
«La prevalencia de sobrepeso y obesidad en mujeres embarazadas ha alcanzado niveles epidémicos. Más de la mitad de las mujeres en los EE.UU. y una de cada tres mujeres en Suecia tienen sobrepeso o son obesos al comienzo de su embarazo. Nuestros resultados destacan la importancia de educar a las mujeres sobre el mantenimiento de un peso saludable durante el embarazo y reducir el exceso de peso antes de quedar embarazada como una forma de mejorar la supervivencia infantil», asegura el co-autor del estudio Eduardo Villamor, profesor de Epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan en EE.UU.
- Fuente: MedicalXpress
- Foto: Martin Lindstrom