La depresión de los padres también aumenta el riesgo de parto prematuro

La depresión en la madres embarazadas y los padres aumenta el riesgo de parto prematuro, según un estudio sueco publicado en BJOG: an International Journal of Obstetrics and Gynaecology. Se sabe que la depresión de las mujeres durante el embarazo está asociada con un bajo peso al nacer y un mayor riesgo de parto prematuro. También se ha demostrado que el estrés materno, como la muerte de un ser querido, la falta de apoyo social, o una relación difícil o abusiva, aumenta el riesgo de parto prematuro. Sin embargo, pocos estudios han examinado el impacto de la depresión paterna en la salud de la madre o el feto.
En este estudio, más de 350.000 nacimientos en Suecia de entre 2007 y 2012 fueron investigados en busca de depresión de los padres y la incidencia de parto muy prematuro (entre 22 y 31 semanas) o parto moderadamente pretérmino (32-36 semanas). Tanto para hombres como mujeres, la depresión se definió como haber tenido una prescripción de medicamentos antidepresivos, o haber recibido servicios de hospitalización o ambulatorios, desde 12 meses antes de la concepción hasta el final del segundo trimestre del embarazo. Las personas con depresión fueron clasificadas como casos «nuevos» si no habían tenido depresión en los 12 meses anteriores al diagnóstico; todos los demás casos se definieron como depresión «recurrente».
Mientras que tanto los casos nuevos como los recurrentes de depresión en las madres se asociaron con un aumento del 30%-40% en el riesgo de parto prematuro moderado, los casos de nueva depresión en los padres se asociaron con un 38% más de riesgo de parto muy prematuro. La depresión recurrente en los padres no se asoció con el parto prematuro en absoluto. «La depresión de la pareja puede considerarse una fuente importante de estrés para una mujer embarazada, y esto puede resultar en el aumento del riesgo de parto muy prematuro visto en nuestro estudio. También se sabe que la depresión paterna afecta a la calidad del esperma, tiene efectos epigenéticos en el ADN del bebé, y también puede afectar al funcionamiento de la placenta. Sin embargo, este riesgo parece reducirse en el caso de la depresión paterna recurrente», asegura el profesor Anders Hjern, del Centro de Estudios sobre Equidad en Salud de Estocolmo (Chess).
- Fuente: Tendencias 21
- Foto: KellyB.