La diabetes gestacional aumenta el riesgo de sufrir intolerancia a la glucosa años después

Una investigación de la Universidad de Oviedo, en colaboración con el ISPA y el HUCA, ha identificado los factores de riesgo que llevan a mujeres con diabetes gestacional a desarrollar diabetes de adulto 15 años después del diagnóstico. El estudio ha revelado, entre otras conclusiones, que 15 años después del diagnóstico de diabetes gestacional el 50% de las mujeres que formaron parte de la investigación presenta algún grado de intolerancia a la glucosa, que está directamente relacionado con el peso corporal y el índice de masa corporal durante el embarazo.
El estudio, publicado en la revista ‘International Journal of Molecular Sciences’, revela que el peso y el índice de masa corporal, junto con los niveles de expresión de un tipo de microARN, pueden servir como predictores para el desarrollo de estrategias que permitan prevenir la enfermedad.
Según los investigadores, el estudio perseguía como objetivo evaluar el efecto a largo plazo de la diabetes mellitus gestacional en el metabolismo de la glucosa y los cambios epigenéticos que produce a largo plazo. Los principales factores de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad durante el embarazo son el sobrepeso/obesidad, los antecedentes familiares de diabetes y la edad materna avanzada.
La diabetes mellitus gestacional se define como cualquier grado de intolerancia a la glucosa que se diagnostica por primera vez durante el embarazo y que desaparece después del parto. Según datos del último Atlas de la Federación Internacional de Diabetes, el 16,7% de las mujeres embarazadas presentan algún tipo de hiperglucemia y, de ellas, el 80,3% son diagnosticadas de diabetes gestacional.
La prevalencia de diabetes gestacional ha aumentado a más del 30% en mujeres mayores de 40 años y más del 40% en mujeres mayores de 45 años. Además, las mujeres que han sido diagnosticadas con diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 o del adulto en el futuro.
Los autores del trabajo afirman que cada vez hay más pruebas de que los procesos epigenéticos, incluidos los ARN no codificantes, desempeñan un papel en el desarrollo de enfermedades metabólicas como es el caso de la diabetes.
Además, comentan que, si bien la diabetes gestacional se diagnostica cuando las alteraciones metabólicas ya están establecidas, su diagnóstico podría identificarse como una oportunidad para intervenir y controlar a estas mujeres, con el fin de prevenir el desarrollo futuro de diabetes tipo 2.
- Fuente: Universidad de Oviedo
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