Mejorar el control de la presión arterial después del embarazo tiene beneficios cardiovasculares a largo plazo
Las mujeres con presión arterial alta durante el embarazo obtuvieron beneficios cardíacos y de presión arterial a largo plazo si esta se controlaba cuidadosamente durante las primeras semanas después de tener un bebé, según un estudio publicado por la Asociación Estadounidense del Corazón en JAMA.
En este ensayo prospectivo y aleatorizado realizado en el Reino Unido, los investigadores investigaron los efectos de mejorar el control de la presión arterial inmediatamente después del embarazo sobre los niveles de presión arterial a largo plazo. Este estudio incluyó a 220 nuevas madres que tenían presión arterial alta durante el embarazo y aún necesitaban medicamentos para dicha presión arterial después de dar a luz.
La mitad de los participantes fueron asignados aleatoriamente al grupo que recibió un monitor de presión arterial inalámbrico y se les pidió que enviaran lecturas diarias de presión arterial a través de una aplicación telefónica a los médicos del estudio. El teléfono y la aplicación se conectaron al monitor de presión arterial a través de Bluetooth, y las medidas de presión arterial se cargaron automáticamente en la aplicación y se compartieron automáticamente con los médicos del estudio. La aplicación envió indicaciones automáticas a los participantes según sus niveles de presión arterial: para repetir una lectura o, si la lectura estaba en un rango que necesitaba cambios en su medicamento para la presión arterial, les recomendó que se comunicaran con su médico en el ensayo. Luego, los médicos asesoraron a los participantes por teléfono o videollamada sobre cómo ajustar su medicación para asegurarse de que su presión arterial se mantuviera por debajo de 140/90 mm Hg.
La mitad restante de las participantes recibió la atención posparto habitual, que, en el Reino Unido, implica una visita al consultorio del médico de familia o la partera entre 5 y 10 días después del parto y otra entre 6 y 8 semanas después del parto.
Los resultados del ensayo encontraron que nueve meses después del parto, las mujeres del grupo de intervención tenían una presión arterial clínica promedio de 126/82 mm Hg, en comparación con 131/86 mm Hg para las mujeres que recibieron la atención habitual. Esta reducción a largo plazo de la presión arterial se observó a pesar de que el 70% de las mujeres de ambos grupos ya no necesitaban medicamentos para la hipertensión aproximadamente seis semanas después del parto. Los participantes del grupo de intervención tuvieron una duración media del tratamiento con medicación antihipertensiva de 39 días.
Aproximadamente el 90% de los participantes aceptaron que los investigadores también les realizaran imágenes de resonancia magnética cardíaca y ecocardiografía a los nueve meses después del parto. Las mujeres que recibieron un control más estricto de la presión arterial después del parto mostraron claras mejoras en la estructura y función del corazón en comparación con las mujeres que recibieron la atención habitual.
Las limitaciones del estudio incluyeron que el estudio se realizó en un solo centro de investigación, lo que significa que es posible que sea necesario modificar la intervención antes de repetirla en varios centros, y que el equipo de investigación que realizó la intervención del estudio sabía quién tenía los dispositivos de autocontrol, lo que puede resultados de sesgo. Para superar este potencial de sesgo, los investigadores se aseguraron de que las mediciones de la presión arterial fueran recopiladas digitalmente por las máquinas de presión arterial de 24 horas de los participantes, que descargaron las mediciones y las agregaron a la base de datos de la investigación. Este método fue independiente del equipo de estudio y de las madres, y quienes realizaron el análisis no sabían cómo se asignaban los dispositivos de monitoreo de la presión arterial en el hogar.
El trabajo futuro implicará replicar el estudio en poblaciones de pacientes con mayor diversidad racial y étnica en el Reino Unido, identificar la forma óptima de brindar atención después del embarazo y explorar los mecanismos potenciales de remodelación cardíaca que pueden sustentar la reducción a largo plazo de la presión arterial.
- Fuente: MedicalXpress
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