Mueren menos madres por condiciones directamente relacionadas con el embarazo pero fallecen más por causas indirectas

En los últimos años ha aumentado el número de mujeres que han falleciendo en México por causas indirectas de mortalidad materna (como la diabetes tipo 2 y la hipertensión), condiciones que a menudo dificultan el embarazo, según un estudio publicado en una edición especial del Boletín de la Organización Mundial de la Salud. En países con ingresos bajos y medios, mueren menos mujeres por condiciones relacionadas con el embarazo y el parto que hace diez años. Sin embargo en el estudio se destaca el riesgo de que las enfermedades no transmisibles perjudiquen los últimos avances en cuanto a la mejora de la supervivencia materna.
«Estamos ganando la batalla contra las causas tradicionales de la mortalidad materna, como la hemorragia puerperal, pero no contra las causas indirectas de mortalidad materna», afirmó el coautor Dr. Rafael Lozano, del Instituto Nacional de Salud Pública de México. Los hallazgos de Lozano y sus colegas se suman a los datos cada vez más numerosos sobre las causas de mortalidad durante el embarazo en México, y son coherentes con los últimos análisis globales en el hecho de que más de un cuarto de las muertes maternas en todo el mundo se debe a causas indirectas. La mortalidad materna es un indicador importante del nivel de desarrollo de un país y de la efectividad de su sistema sanitario.
Las muertes maternas directas son consecuencia de complicaciones obstétricas durante el embarazo y el parto. Las muertes maternas indirectas son consecuencia de enfermedades a menudo ya existentes agravadas por el embarazo e incluye condiciones no transmisibles, como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, así como enfermedades infecciosas y parasitarias, como la infección por VIH, la tuberculosis, la hepatitis, la gripe o la malaria. Los autores identificaron y reclasificaron 1 214 muertes como muertes maternas, lo que demuestra que este tipo de muertes se subestimaron cerca de un 13%.
Como muchos países con ingresos medios, México ha registrado un rápido aumento de los niveles altos de colesterol y obesidad en los últimos años. Esto expone a las mujeres en edad reproductiva a un riesgo mayor de contraer trastornos hipertensivos anteriores y diabetes de tipo 2. Siete de cada diez mexicanos tienen sobrepeso, y tres de esos siete están obesos. Se considera que una persona con un índice de masa corporal (IMC) de 25 o más presenta sobrepeso, mientras que una persona con un IMC de 30 o más presenta obesidad. Además, la prevalencia de diabetes ajustada por edades en los adultos mexicanos creció del 10,2% al 10,7% entre 2010 y 2014, de acuerdo con el Informe sobre la situación mundial de las enfermedades no transmisibles de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En 2014, México tenía la prevalencia de diabetes más alta de entre los 34 países que conforman la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos.
El estudio se suma a las pruebas cada vez más numerosas de «transición obstétrica», un término acuñado recientemente para describir el cambio en las causas de las muertes maternas de directas a indirectas. «Los programas de salud materna se centran en aumentar la disponibilidad de asistentes de parto calificados y la atención obstétrica de emergencia, y en lo que ocurre en el momento de dar a luz», afirmó la Dra. Flavia Bustreo, Subdirectora General para la Salud de la Familia, de la Mujer y del Niño en la Organización Mundial de la Salud (OMS). «Ha habido una gran mejora en la provisión de estas intervenciones en países con ingresos medios y bajos, lo que ha reducido la mortalidad materna a nivel global. Sin embargo, la vasta mayoría de muertes maternas indirectas no se pueden evitar a través de estas intervenciones enfocadas al parto», afirmó Bustreo.
La nueva Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente (2016-2030) propone acciones clave que pueden tomar los gobiernos para acabar con la mortalidad materna evitable. Entre ellas destacan: el refuerzo del personal sanitario y la intensificación de los esfuerzos para garantizar la cobertura sanitaria universal de los servicios sanitarios básicos, incluyendo la identificación y tratamiento anteriores al embarazo de enfermedades no transmisibles y sus factores de riesgo (por ejemplo, la obesidad).
- Fuente: EurekAlert
- Foto: U.S. Department of Agriculture