¿Qué cuidados han de tener las embarazadas en verano?

Las temperaturas extremas junto a los cambios bruscos de ambiente son habituales en verano y aunque todo el mundo debería tomar precauciones para evitar las molestias que conlleva, las mujeres embarazadas han de tener especial cuidado, sobre todo en referencia al descanso por la noche. El sueño es un factor vital en el embarazo porque afecta tanto a la madre como al bebé.
Es normal que en esta época del año se sienta cansada y fatigada, con sensación de mareo y sudoración continua e incluso con dificultades para la respiración ya que el calor que representa la época veraniega es percibido con más intensidad por la mujer embarazada. Su temperatura corporal aumenta por el propio cambio metabólico que posee hasta en dos grados más.
Realizamos una serie de recomendaciones para sobrellevar mejor el calor del verano.
- Dormir con una temperatura de 26 grados que es la temperatura óptima para que nuestro cuerpo consiga descansar. Por encima de esa temperatura la calidad del reposo es peor porque los ciclos de sueño profundo son menores.
- En el caso de que tengamos aire acondicionado, evitar que el chorro de aire esté dirigido de forma directa a la embarazada.
- No dar vueltas en la cama. El movimiento en la cama aumenta nuestra temperatura corporal y, al mismo tiempo, la sensación de calor.
- Ventilar las habitaciones a primera hora, evitando así las horas más calor. Tras ventilar, bajar persianas y cerrar ventanas para evitar que la luz del sol entre en casa hasta que bajen las temperaturas.
- Usar ropa fresca y ancha durante el día. Ropa con tejidos transpirables como el algodón o el lino, y con colores neutros o claros evitando los tonos oscuros que acumulan calor.
- Los pies se hinchan con el calor, por lo que hay que elegir unas sandalias o zapatos cómodos y de materiales de calidad que ayuden a transpirar al pie.
- Aprovechar las horas de menos calor para hacer actividades deportivas que no supongan un gran esfuerzo pero que también ayuden a la relajación. El yoga y otras actividades que combinen el ejercicio con la relajación y los ejercicios de respiración son muy positivos y más llevaderos en verano.
- La alimentación es otro factor importante en verano y se han de evitar las comidas abundantes y pesadas. Conviene realizar desayunos completos aprovechando las horas de menos calor y durante el día preparar platos más ligeros.
- Por supuesto tampoco podemos descuidar una hidratación continua a lo largo del día a través no únicamente de agua si no también zumos, frutas e incluso bebidas isotónicas.
- El baño es muy saludable tanto en la piscina como en el mar. Además de ser un buen ejercicio físico, que ayuda a fortalecer la musculatura lumbar, también ayuda a refrescarnos. Las duchas también pueden ser una buena solución con chorros de agua fría de manera ascendente para reducir la pesadez de las piernas.
- Fuente: ABC y Web Consultas
- Foto: kara