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¿Qué ocurre si se detecta cáncer de mama durante el embarazo?

Adamed Mujer en 17/09/2015 - 1:07 pm en Embarazo

Cuando el cáncer de mama aparece durante el embarazo, la lactancia o durante el primer año después del nacimiento del bebé se le conoce como cáncer de mama gestacional o cáncer de mama asociado al embarazo. Esta dolencia está diagnosticada en una de cada tres mil mujeres embarazadas. Según el portal cancer.org de la página de la Sociedad Americana Contra el Cáncer este tipo de cáncer es muy poco común durante el embarazo y por lo general se diagnostica en una etapa más avanzada de lo que se diagnosticaría si no estuviera embarazada.

Debido a los cambios hormonales, es más propenso a que se propague a los ganglios linfáticos. Esto se debe en parte a los cambios hormonales que se presentan durante el embarazo lo que también dificulta el que se noten los cambios en tamaño o protuberancia en los senos. Solo una mamografía puede encontrar la mayoría de los cánceres de mama pero se considera seguro porque la cantidad de radiación requerida para un mamograma es pequeña y ésta es dirigida a los senos, por lo que dicha radiación, en su mayor parte, no alcanza otras partes del cuerpo. Si las pruebas resultan positivas, es probable que se necesiten otras pruebas para conocer si las células cancerosas se han propagado dentro y en otras partes del cuerpo.

La terapia hormonal, la terapia dirigida, y la radiación pueden causar daño al feto si se administran durante el embarazo. La quimioterapia suele ser segura para el feto si se administra en la etapa final del embarazo, pero no al principio. Si una mujer padece cáncer de mama al comienzo del embarazo y necesita quimioterapia de inmediato, es posible que le pidan que considere terminar el embarazo. Para algunos cánceres de mama un retraso en el tratamiento probablemente perjudicaría a la paciente.

La quimioterapia es una alternativa junto con la cirugía, pero solo para algunos cánceres de mama en etapas más tempranas. Se puede usar por sí sola para los cánceres más avanzados. Sin embargo, no se administra durante los primeros tres meses de embarazo ya que la mayor parte de los órganos internos del bebé se desarrollan durante este tiempo. La quimio tampoco debe administrarse después de la semana 35 del embarazo o dentro de las tres semanas previas a la fecha estimada del parto ya que puede reducir los recuentos sanguíneos de la madre, ocasionar un sangrado e incrementar las probabilidades de infecciones durante el nacimiento.

Pausar la quimioterapia durante las últimas semanas antes del nacimiento permite que los recuentos sanguíneos en la madre se normalicen antes del parto. Una vez nace el bebe y la madre recibe tratamiento contra el cáncer de mama, debe suspender la lactancia. Si se contempla realizar una cirugía, la suspensión de la lactancia ayudará a reducir el flujo de sangre a los pechos, haciendo que éstos reduzcan su tamaño, lo que puede ayudar con la operación. Además, ayuda a reducir el riesgo de infección en el seno, y puede ayudar a evitar que se acumule leche materna en las áreas de biopsia o cirugía. Otra de las preocupaciones más frecuentes es que determinados medicamentos así como la terapia hormonal pueden filtrarse en la leche materna, y por tanto afectar al bebé.

Los profesionales de la medicina dirigirán a la madre embarazada sobre todos los procesos que debe pasar para tratar su enfermedad sin que perjudiquen por ello el desarrollo del feto.

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