¿Qué se puede comer y qué no durante el embarazo?

Son muchas las mujeres que comienzan a preocuparse por su alimentación cuando se quedan embarazadas. Si se lleva una dieta sana y se tienen hábitos saludables, se practica algo de deporte y se mantiene una vida activa, son pocos los cambios que se tienen que realizar, salvo prescripción médica por algún tipo de complicación derivada del embarazo que tampoco tiene por qué darse.
El embarazo es toda una prueba de esfuerzo, mental y físico, la piel se estira para adaptarse a las nuevas formas que irá adquiriendo el útero, por eso es importante hidratarse tanto por fuera, mediante cremas hidratantes, como por dentro, aumentando la ingesta normal de agua. Debemos pasar de los 6-8 vasos al día recomendados a unos 8-12 vasos diarios. También se pueden tomar infusiones sin azúcar, siempre de forma moderada, o leche desnatada para poder llegar a esa cuota de líquidos. Debemos evitar la ingesta de bebidas azucaradas, ya que solo nos aportan calorías que descompensan nuestra alimentación.
En cuanto a la alimentación en términos generales se dice que una mujer embarazada debe aumentar su ingesta diaria en 300 kilocalorías en los últimos seis meses de embarazo siempre y cuando no parezca ninguna patología adicional, como la diabetes gestacional, que requerirá un mayor control de nuestra alimentación. Este aumento de calorías debe provenir preferentemente de alimentos como vegetales (verduras, hortalizas, legumbres y frutas).
Conviene limitar todos aquellos alimentos procesados ricos en azúcares simples y grasas y sin embargo se recomiendan alimentos como el aceite de oliva, frutos secos, pollo, pescado blancos, yema de huevo y aguacate. Por contra otros alimentos como pescados azules, bollería industrial, postres lácteos, embutidos, fiambres y patés se recomiendan no ingerirlos en exceso. Se recomienda que el aporte de fibra tampoco se descuide ya que los episodios de estreñimiento son frecuentes. Verduras, hortalizas, tubérculos y frutas deben estar presentes en la alimentación de la embarazada.
Por último destacar que se recomienda recurrir a complementos nutricionales hasta los tres meses de las concepción, para garantizar las dosis diarias recomendadas de ácido fólico, hierro, vitamina B12 y yodo, que se han de cumplir para evitar sorpresas negativas en el crecimiento del feto.
- Fuente: Bebes y más
- Foto: Victoria Rachitzky Hoch