Tomar corticoides en el embarazo reduce el riesgo de enfermedades de los bebés prematuros

Cada año nacen en nuestro país cerca de 31.000 niños prematuros, es decir, alumbrados antes de llegar a la semana 37 de embarazo. Unos bebés que, dado que su periodo de gestación –y, por tanto, de desarrollo– es más corto, tienen un mayor riesgo de sufrir graves problemas de salud que aquellos nacidos a término. De hecho, los problemas asociados a los partos prematuros son la primera causa global de deceso durante los primeros meses de vida, siendo el riesgo de mortalidad mayor cuanto más prematuro es el alumbramiento.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Alabama en Birmingham (EE.UU.) ha demostrado que la administración de corticoides ya desde la semana 23 de gestación a las embarazadas con alta probabilidad de alumbrar prematuramente reduce, y mucho, el riesgo de enfermedad y mortalidad de los bebés nacidos antes de término. Un beneficio, además, que es especialmente significativo en el caso de los bebés ‘extremadamente prematuros’ –esto es, nacidos antes de la semana 28 de gestación. Como explica Waldemar A. Carlo, director de esta investigación publicada en la revista The BMJ, «en los lactantes nacidos entre las semanas 23 y 34 de gestación, la exposición prenatal a corticoides se asoció, en comparación con la ausencia de esta exposición, con una menor mortalidad y morbilidad en la mayoría de los embarazos. Además, el impacto de la exposición prenatal a estos fármacos parece ser mayor en los bebés nacidos tras gestaciones más cortas».
Entre otras complicaciones, los bebés prematuros presentan un mayor riesgo de sufrir de enfermedades respiratorias, infecciones y hemorragias intracraneales. Y en este contexto, el tratamiento con corticoides ha demostrado resultar muy beneficioso a la hora de mejorar el desarrollo fetal y, así, incrementar la probabilidad de supervivencia del bebé una vez ha nacido. Tal es así que en la actualidad se recomienda la administración de estos fármacos entre las semanas 23 y 34 a toda mujer embarazada con alto riesgo de alumbrar antes de término. Pero este tratamiento, ¿también reduce el riesgo de que el futuro bebé padezca enfermedades graves?
Para responder a esta pregunta, los autores analizaron los historiales médicos de 117.941 bebés nacidos entre las semanas 23 y 34 de gestación en Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales entre los años 2009 y 2013. Y de acuerdo con los resultados, aquellos cuyas madres recibieron tratamiento con corticoides durante el embarazo tuvieron un menor riesgo de fallecer durante su estancia en el hospital. Un beneficio, además, que fue independiente de su sexo, su peso al nacer y el tipo de parto –‘natural’ o por cesárea– y que resultó aún más significativo en el caso de los nacidos de forma muy prematura –incluso en la semana 23 de gestación.
Como indican los autores, «el número de bebés que requieren ser tratados con corticoides prenatales para prevenir un fallecimiento durante la estancia hospitalaria se incrementó de seis para los nacidos en las semanas 23 y 24 de gestación a 798 para aquellos alumbrados en la semana 34, lo que sugiere que los niños nacidos en las edades gestacionales más bajas son los que obtienen el mayor beneficio, incluidos aquellos nacidos en la semana 23». Según han mostrado investigaciones previas, podría deberse a que los corticoides aceleran la maduración pulmonar durante el desarrollo fetal.
- Fuente: ABC
- Foto: Agência Brasília