Vacunas que son necesarias durante el embarazo

Antes de quedarse embarazada, la mujer debería comprobar si tiene puestas todas las dosis de las vacunas del adulto, porque esto le ayudará a proteger a su futuro bebé. En este sentido, el objetivo ideal es que la mujer llegue al embarazo inmunizada contra la rubéola, cuya vacuna también incluye protección contra las paperas y el sarampión y, si no ha pasado la enfermedad, contra la varicela. La infección por rubéola en una mujer embarazada puede causar serios problemas en el feto con consecuencias para toda la vida e, incluso, su muerte, señalan desde los Centros de Prevención y Control de Enfermedades estadounidenses. Es importante resaltar que estas vacunas sólo deben inyectarse antes del embarazo, ya que son vacunas de virus vivos, y por tanto, están contraindicadas durante el embarazo.
Aunque desde los CDC explican que las vacunas que necesite la futura madre dependerán de su edad, su estilo de vida y sus condiciones médicas, lo cierto es que existen dos inmunizaciones inactivadas que están especialmente indicadas durante la gestación. La primera sería la de la gripe, que deberá administrarse siempre que el embarazo se produzca durante el período de circulación del virus, esto es, entre diciembre y marzo, explica en declaraciones a el diario El Mundo Francisco Álvarez, secretario del comité asesor de vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Las mujeres embarazadas son especialmente vulnerables a las infecciones por gripe, y si la contraen, pueden tener episodios más graves de lo normal. Según la AEPap, el diagnóstico de gripe durante el primer trimestre del embarazo se ha asociado a un aumento de malformaciones cardíacas, labio leporino y defectos del tubo neuronal. En el segundo y tercer trimestre, se ha vinculado a un aumento del número de abortos, partos prematuros y una disminución del peso al nacimiento. De esta forma, las mujeres embarazadas deberían vacunarse, en cualquier trimestre de gestación que se encuentren, si ésta coincide con la campaña de vacunación contra la enfermedad, que suele desarrollarse entre octubre y diciembre, porque así, además de protegerse a sí mismas, estarán haciendo lo propio con su futuro bebé, que no podrá vacunarse hasta que cumpla seis meses de vida.
También es muy importante la vacunación en las últimas semanas del embarazo de la inmunización combinada contra la tosferina, la difteria y el tétanos (Tdpa). Ésta es la medida más eficaz para proteger al recién nacido contra la tosferina, porque será la forma en que la madre le transmita al feto, a través de la placenta, los anticuerpos que lo protegerán hasta que esté listo para vacunarse por primera vez a los dos meses. No obstante, y a pesar de que las últimas evidencias señalan lo positivo de esta medida, debido al desabastecimiento mundial de esta vacuna, la inmunización a las embarazadas está siendo irregular en todo el territorio español.
Las dos citadas anteriormente serían las inmunizaciones más importantes, y casi imprescindibles, según los expertos, durante el embarazo. A partir de ahí, habría otras que se deberían valorar en función de la historia clínica de la mujer. Una sería la de la hepatitis B, que sólo se tendría que poner si la embarazada tiene riesgo de contraer la enfermedad, apuntan desde la AEPap. Lo mismo pasaría con la inmunización frente a la hepatitis A. Igualmente, en función del estado inmunológico de la mujer, también habría que valorar la inmunización contra el tétanos: «El Ministerio considera que una mujer que tiene cinco dosis de la vacuna contra el tétanos está protegida contra la enfermedad, así que sólo deberían vacunarse aquellas que no tengan ese número de dosis», señala Francisco Álvarez.
Finalmente, si la embarazada va a viajar a otros países, la administración de las posibles vacunas necesarias debería realizarse al menos cuatro o seis semanas antes del viaje. Así, se podría valorar la vacuna antimeningocócica en las gestantes que vayan a viajar al cinturón subsahariano en temporada de meningitis durante la estación seca (de diciembre a junio) o realicen peregrinación a La Meca. Además, una dosis de recuerdo de la vacuna inactivada frente a la poliomielitis [IPV], señala la AEPap, en aquellas mujeres que tengan riesgo de exposición al virus salvaje por viajes a zonas endémicas de la enfermedad, mientras que la protección frente a la fiebre amarilla está indicada en la embarazada no inmunizada previamente cuando el viaje a zonas endémicas sea inevitable. En cualquier caso, la decisión de inmunizarse contra estas enfermedades u otras como la rabia, la fiebre tifoidea , la encefalitis japonesa o la europea deben ser siempre consultada con el médico de la embarazada, que le asesorará y valorará la conveniencia o no de administrarle o no estas vacunas.
- Fuente: El Mundo
- Foto: Universidad de Navarra