El estrés y la ansiedad pueden empeorar los síntomas de la endometriosis

La endometriosis, una afección crónica que afecta aproximadamente al 10% de las mujeres en edad reproductiva en el mundo, causa un intenso dolor pélvico, períodos abundantes y cansancio/fatiga o infertilidad. Esto se han asociado con una peor calidad de vida y salud mental de las mujeres que lo padecen, pero también existe una relación entre el estrés y el empeoramiento de los síntomas de esta enfermedad.
El estrés es un componente muy importante en muchas afecciones crónicas, inflamatorias y recurrentes de la salud. El estrés es la reacción del cuerpo a situaciones o pensamientos vividos con tensión emocional. En este contexto de alerta, el sistema nervioso “reacciona” liberando hormonas como la adrenalina y el cortisol que, con el tiempo, puede llegar a debilitar el funcionamiento del sistema inmunológico. A consecuencia de ello, nos volvemos más vulnerables a infecciones e inflamaciones, que agravan los síntomas de la endometriosis.
Un estudio, publicado en la revista Cytokine, examinó la relación del estrés mental con la progresión de la endometriosis y la reacción inflamatoria del cuerpo. Los resultados concluyeron que las lesiones endometriales podrían aumentar en presencia de estrés psicológico.
Otro estudio, titulado“El vínculo entre el estrés y la endometriosis: desde los modelos animales hasta el escenario clínico” , reunió la evidencia de investigación con respecto a la interacción entre el estrés (psicológico y fisiológico) y la progresión de la endometriosis, con el fin de proponer nuevas líneas de investigación emergentes y posibles nuevas modalidades de tratamiento para esta enfermedad aún incurable.
En este estudio, las autoras argumentan que el impacto del estrés sobre los síntomas y progresión de la endometriosis es tan significativo que no solo debería estar disponible apoyo psicológico para las pacientes con endometriosis, sino que la evaluación psicológica también debería convertirse en una parte integral de su tratamiento.
Otro estudio, llevado a cabo durante la pandemia de COVID-19, pretendía medir el impacto de la pandemia en los síntomas del dolor y la fatiga y sus interacciones con el impacto en la salud mental en las personas con endometriosis. Alrededor del 39,3% de las mujeres encuestadas informaron de un marcado empeoramiento de su salud mental y dolor asociado a la endometriosis. Estos hallazgos destacan el papel potencialmente importante de los enfoques psicológicos en el manejo de los síntomas físicos de esta enfermedad,
Por lo tanto, controlar el estrés y la ansiedad es fundamental en el tratamiento de la endometriosis, con un enfoque multidisciplinar.
Cómo reducir o evitar el estrés
Algunas prácticas como el yoga o el Mindfulness pueden ser de gran ayuda para reconocer nuestras emociones y, a continuación, entenderlas y bajar su intensidad, lo que contribuiría a disminuir el estrés y, por tanto, los síntomas y la gravedad de la endometriosis.
Son numerosos los estudios que demuestran cómo el ejercicio físico, independientemente de su modalidad o intensidad, puede ayudar a reducir los niveles de estrés. Además, la práctica del deporte puede reducir la sensación de dolor inmediatamente después y eleva los umbrales de dolor de las personas que lo practican, lo que puede ayudar a mitigar el dolor crónico asociado a la endometriosis.
La actividad física puede ayudar a aumentar la producción de los neurotransmisores del cerebro que nos hacen sentir bien, denominados endorfinas, que funcionan como calmantes naturales del organismo. En consecuencia, induce un bienestar y una relajación que pueden mejorar el estado anímico y la calidad de vida. Además, el ejercicio también es capaz de estimular el flujo sanguíneo enviando sangre más rica en nutrientes a las zonas dolorosas, como la pelvis, y contribuye a regular los niveles de estrógenos, tan importantes en el manejo de esta enfermedad.
Mantener una dieta adecuada, una buena higiene del sueño, llevar a cabo actividades con las que disfrutes y que fomenten la distracción, pasar tiempo con tus seres queridos o realizar técnicas de relajación, de control de la respiración o de resolución de problemas son algunas de las formas de manejar el estrés y la ansiedad.
Las emociones son parte esencial de nuestra vida y tienen un impacto muy importante en la salud. Si no somos capaces de manejar el estrés por nosotros mismos, es el momento de consultar a un médico especialista para que nos ayude en el proceso y mejorar la calidad de vida.
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