El embarazo ectópico es mortal y no puede continuar hasta el nacimiento, por lo que es necesario extraer las células en desarrollo para salvar la vida de la madre. Sufrir un embarazo de este tipo no quiere decir que no se pueda llevar a término otro embarazo normal aunque dependerá de cuáles son los factores que lo han provocado. Para recuperarse anímicamente de sufrir este proceso tan duro es importante hablar con los familiares o amigos cercanos para ayudar a sobrellevarlo y recurrir a apoyo psicológico si lo crees necesario.
¿En qué consiste el embarazo ectópico?

Mientras que en un embarazo normal, el óvulo fecundado viaja a través de las trompas de Falopio hacia el útero de la mujer, en un embarazo ectópico el movimiento de este óvulo se da fuera del útero debido a que el óvulo fecundado se adhiere a la trompa de Falopio u a otra zona que no es capaz de mantener el desarrollo de un embrión. Cuando ocurre, se produce la pérdida del bebé, y al mismo tiempo puede generar otras complicaciones que afectan seriamente a la mujer.
Son muchos los factores que pueden causar un embarazo ectópico que se estima que se produce en uno de cada 60 embarazos. Desde defectos congénitos de las trompas de Falopio, a cicatrizaciones después de una operación del apéndice u otras infecciones pasadas, endometriosis, tabaquismo o haber llevado algún tratamiento para la esterilidad. La forma más fácil de detectarlo es el sangrado vaginal, el dolor agudo en el bajo abdomen o pelvis, en especial si se concentra sólo en un costado, dolor de hombros, tener la presión arterial muy baja y desmayos.