Las células endometriales pueden migrar a otros órganos del cuerpo como el cerebro

Investigadores de la Universidad de Yale afirman que es posible que las células endometriales migren al cerebro – y posiblemente a todo el cuerpo – lo que sugiere que las células madre juegan un papel muy importante en la enfermedad. La existencia de endometriosis en todos los órganos del cuerpo humano, excepto en el bazo, se ha observado desde hace tiempo, pero sin embargo la endometriosis extra-pélvica es un área que permanece poco investigada.
Al encontrar que muchas mujeres tenían endometriosis en lugares inusuales la Dra. Elham Neisani Samani y su equipo se propusieron descubrir qué mecanismos podrían estar detrás de este hecho y los datos los han presentado en la 71ª Reunión Anual de la Asociación de Medicina Reproductiva de Estados Unidos. Para ello indujeron las células endometriales localizadas fuera de su lugar habitual en diez modelos de ratones sanos y les sometieron a una cirugía simulada para imitar la intervención quirúrgica de un grupo de ratones que sufrían la enfermedad. Cuando se examinaron muestras de los tejido de los ratones sometidos después de ocho semanas, observaron cómo daban positivo en las células endometriales en secciones tomadas del cerebro en el 100% de los casos.
«Dado que la migración de las células en el cerebro se produjo en todos los ratones inducidos, esto sugiere que la endometriosis emite las células madre, que luego viajan a órganos fuera de la pelvis. Los implantes endometriósicos puede ser clínicamente indetectables, pero todavía son biológicamente activos y los cambios moleculares que se producen en consecuencia, pueden contribuir a la inflamación», aseguró la autora del estudio. Estos hallazgos confirman el síndrome de la endometriosis y nos llevan hacia la comprensión de por qué vemos efectos sistémicos, ya que todo el cuerpo de la mujer es invadido por células de la enfermedad explicando así los síntomas que se producen más allá del dolor pélvico.
El siguiente paso de la Dra Neisani Samani es ver si estas células endometriales implantados migran a otros órganos más allá del cerebro. El objetivo es observar las características de las células y sus mecanismos para saber si pueden descubrir qué es lo que atrae a estas células a moverse a otras áreas del cuerpo así como los posibles factores desencadenantes que pueden causar que las células se «activen» provocando otros síntomas. En definitiva, averiguar cómo estas células causan el daño.
Este descubrimiento abre una nueva vía de investigación para el desarrollo de nuevos tratamientos médicos más allá de la cirugía. » Los tratamientos médicos actualmente no son lo suficientemente buenos pero tenemos la esperanza de que nuestra investigación puede contribuir al desarrollo de mejoras en este campo tanto para tratar los diferentes tipos de endometriosis como sus síntomas asociados», concluyó la investigadora.
- Fuente: endometriosis.org