¿Las embarazadas españolas deben preocuparse por el virus Zika?

El Zika es un virus que provoca una infección que es transmitida por la picadura de mosquitos de la especie Aedes, la misma a la que pertenece el mosquito denominado tigre y que está afectando gravemente a Sudamérica y especialmente a Brasil. La mayoría de las personas que pasan el virus se recupera en pocos días y la tasa de hospitalización es baja pero se está investigando cuál es el efecto que este virus podría tener sobre los fetos. En noviembre de 2015, el Ministerio de Salud de Brasil relacionó la infección por Zika con el aumento de casos de microcefalia (con una cabeza mucho más pequeña de lo normal) en bebés en el nordeste del país. Según datos oficiales, en 2015 se han registrado 3.530 bebés con microencefalia, cuando la media de casos en 2014 fue algo menor de 150.
«Es altamente probable la correlación entre la microcefalia y el virus Zika», señalaba Claudio Maierovitch, director del Departamento de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud de este país. Dado el notable incremento de casos en Brasil y los hallazgos analizados, parece que podría existir un alto riesgo de problemas si la gestante es infectada por el virus durante el primer trimestre del embarazo. Hasta la fecha, se sabe que las causas de la microencefalia son varias, incluyendo defectos genéticos y la exposición durante al embarazo a tóxicos como el alcohol, a la rubeola o a la infección por citomegalovirus.
Con tres casos importados de virus Zika detectados en en España, y cinco más en Portugal, de viajeros procedentes de Brasil, ¿deberían las embarazadas españolas estar preocupadas por este virus que se está expandiendo? A pesar de que en Europa ya se hayan detectado casos en varios países, esto entraría dentro de lo normal, teniendo en cuenta la movilidad geográfica de la población actual. Por tanto, es importante señalar que, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo este jueves que el nivel de alarma ante el virus «es extremadamente alto», y de que se esperan entre tres y cuatro millones de casos de Zika, éste es un reto al que se enfrenta principalmente el continente americano. La OMS sí que ha recomendado a las mujeres embarazadas que planeen viajar a zonas afectadas por el virus Zika (Sudámerica) que consulten con su médico antes de emprender el viaje y también tras su regreso.
Los casos detectados en nuestro país, o los que puedan registrarse en un futuro, no suponen un riesgo para la población, no sólo porque la enfermedad, en general, no es grave, sino porque el Zika no se transmite persona a persona, y requiere de la picadura de un mosquito infectado por el virus para contagiar a alguien. En España no existe el mosquito Aedes aegypti pero sí vive, particularmente en la costa mediterránea, otro de la misma familia, el Aedes albopictus, más conocido como mosquito tigre y que aunque no es tan bueno para transmitir el Zika, también sería capaz de hacerlo
El jefe del Centro de Referencia Nacional de Enfermedades Tropicales del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Rolegio López-Vélez, considera en declaraciones a el diario El Mundo, que la transmisión del virus Zika en España «es posible pero es poco probable», y para que ésta se produjese, deberían darse los siguientes supuestos: «que llegase un viajero infectado procedente de un país afectado, que le pique el mosquito tigre, que éste haga todo el ciclo del virus, y que, finalmente, ése mosquito pique a otra persona y le transmita la enfermedad«. Ésa sería la única posibilidad de que se produjera un caso autóctono de Zika en nuestro país.
Igualmente, López-Vélez apunta un motivo más para mantener la calma, como es que, ahora en invierno, «el mosquito está hibernando». «Nos deberíamos empezar a preocupar si llega la primavera y esta epidemia no se ha controlado», señala este especialista en enfermedades tropicales. En ese caso, quizás, «si una persona viene con fiebre de un país afectado, podría hacer un aislamiento altruista, es decir, quedarse en casa unos cinco o seis días» hasta que pase los síntomas. En cualquier caso se insiste en hacer un llamado a la calma y, si se va a viajar a un país afectado, seguir las instrucciones habituales: utilizar repelente de mosquitos y cubrirse el cuerpo con prendas de manga larga.