Las hormonas del estrés utilizadas en medicamentos propician el cáncer de mama

Un nuevo estudio publicado en Oncogene por expertos de la Universidad Thomas Jefferson (EE UU) demuestra que las hormonas del estrés, utilizadas en medicamentos para combatir los efectos secundarios de la quimioterapia, pueden influir negativamente en los tratamientos contra el cáncer de mama. La mayoría de estos cánceres se diagnostican tras la menopausia, cuando la producción de progesterona en el cuerpo se ha detenido. La investigación ha relacionado estas hormonas utilizadas para combatir síntomas asociados al cáncer y también producidas por el cuerpo en situaciones de estrés, con el fracaso de los tratamientos contra el cáncer de mama en algunas mujeres. De hecho las hormonas utilizadas en el tratamiento del cáncer de mama pueden tener un impacto importante en la progresión de la enfermedad.
El estudio afirma que entre el 70 y el 80% de los cánceres de mama invasivos son producidos por la hormona estrógeno. La mayor parte de las mujeres que los sufren logran controlar el cáncer con terapias que bloquean a los receptores de estrógeno o, directamente, bloquean su producción en el cuerpo. Sin embargo, pese a controlar el tumor durante una década aproximadamente, una de cada cuatro mujeres vuelve a desarrollar el tumor. Los investigadores creen que esta resistencia se debe a un grupo de células llamadas CK5 que resisten a las terapias de bloqueo de estrógeno y a la quimioterapia.
«Demostramos que la progesterona estimula el crecimiento de las células CK5 y, en consecuencia, propicia el cáncer de mama«, afirma el autor del estudio. La mayoría de los cánceres de este tipo eran diagnosticados tras la menopausia, cuando las mujeres dejan de producir esta hormona, por lo que se dieron cuenta de la relevancia negativa de los medicamentos que trataban de frenar los efectos secundarios de la quimioterapia que contenía estas hormonas. «La investigación ayuda a identificar el mecanismo que se encuentra detrás de la resistencia a la terapia provocada por las células CK5» afirma Chelain Goodman, investigador principal del trabajo.
Para contrarrestar el efecto de las hormonas del estrés, el equipo de investigadores analizó las propiedades de otra hormona, la prolactina. Según el estudio, la prolactina tiene la propiedad de mantener la madurez en las células, una propiedad de la que carecen las células cancerígenas CK5, que se desarrollan rápidamente y no suelen alcanzar la madurez pero a pesar de que la prolactina puede ayudar a la problemática surgida con los medicamentos que incluyen las hormonas del estrés, ésta puede conducir a otros tipos de cáncer de mama. Tal vez la solución más sencilla sea buscar alternativas a los esteroides para controlar los efectos secundarios de la quimioterapia en los pacientes con este tipo de tumores, concluye el autor.
- Fuente: Medicina21
- Foto: Ed Uthman