Las trompas de Falopio tienen un papel importante en la lucha contra el cáncer de ovario

Una investigación apunta cada vez más a la probabilidad de que algunos de los cánceres de ovario más agresivos se originan en las trompas de Falopio. La mayoría de los médicos creen por tanto que hay poco que perder en la eliminación de estos órganos en mujeres que no quieren o ya no pueden tener hijos -y potencialmente mucho que ganar en términos de la prevención del cáncer. El cáncer de ovario es el más mortal de los cánceres ginecológicos, matando a más 14.000 mujeres al año solo en los Estados Unidos. A menudo se diagnostica en las últimas etapas, cuando es más difícil de tratar. «Cualquier oportunidad de disminuir el riesgo de cáncer de ovario o mejorar nuestra comprensión del cáncer de ovario es positivo ya que es una terrible enfermedad», asegura el Dr. Noelle Cloven, un oncólogo ginecológico del Texas Oncology en Fort Worth.
Los riesgos asociados con la eliminación de las trompas de Falopio – conocido como salpinguectomía – parecen ser mínimos, de acuerdo con un estudio realizado por Kaiser Permanente Northern California, que fue publicado este verano en la revista Obstetrics & Gynecology. Entre junio de 2013 y mayo de 2014, casi el 73% de las mujeres de este estudio había eliminado sus trompas de Falopio mientras se sometió a una histerectomía. Tan sólo dos años antes, menos del 15% de un grupo comparable había realizado esta operación El gran aumento en el porcentaje de mujeres a las que les habían quitado las trompas de Falopio no produjo ninguna diferencia en los resultados quirúrgicos. Y los tiempos de postoperatorio así como la pérdida de sangre mejoraron ligeramente en las pacientes cuyas trompas de Falopio fueron retiradas cuando les realizaban una histerectomía.
En los últimos años, dos sociedades médicas han emitido declaraciones sobre la importancia de eliminar las trompas de Falopio cuando se realizan este tipo de operaciones. En 2013, la Sociedad de Oncología Ginecológica realizó un comunicado recomendando la eliminación de ambas trompas de Falopio en esta práctica clínica como «un enfoque viable para prevenir el cáncer de ovario». En 2015, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomendó a los cirujanos que discutieran los beneficios potenciales para la prevención del cáncer con sus pacientes. A pesar de que ahora se recomienda que a las pacientes les quiten estos tubos durante las histerectomía rutinarias, los médicos todavía están luchando con escenarios más complicados.
Las mujeres que son positivas en la mutación BRCA1 tienen una probabilidad del 39% de desarrollar cáncer de ovario, además de un 55 a 65% de probabilidad de desarrollar cáncer de mama. Por ellose recomienda que a las mujeres con esta mutación genética se les retiren las trompas de Falopio y los ovarios entre los 35 y 40 años a pesar de las consecuencias que eso conlleva en las más mujeres más jóvenes para su maternidad. La extracción de los ovarios tiene beneficios significativos de prevención del cáncer pero también conlleva consecuencias ya que los ovarios regulan las hormonas y su eliminación sumerge a las mujeres en una menopausia temprana que aumenta su riesgo de osteoporosis, enfermedades cardiovasculares e incluso demencia.