¿Por qué aumentan los casos de cáncer de mama y qué factores hay de riesgo?

Hoy se celebra el Día Internacional contra el Cáncer de Mama. Una fecha clave para recordar que estos tumores malignos son el tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres de todo el mundo. En España, cada año se diagnostican 26.000 casos, una cifra que representa casi el 30% de todos los tumores en sexo femenino detectados en el país. El cáncer de mama es más común en determinadas zonas del territorio. Así, Cataluña es la región que más diagnósticos acumula, con una incidencia de 83,9 casos por cada 100.000 habitantes. La cifra resulta alarmante si se tiene en cuenta que la media nacional está ubicada en 50,9 pacientes por cada 100.000 habitantes.
Los expertos apuntan como causas de un mayor número de casos y de tasa de incidencia al imparable envejecimiento de la población y la cada vez más desarrollada detección precoz. Identificar el cáncer de mama cuanto antes resulta fundamental, puesto que las posibilidades de curación cuando los tumores se detectan en su etapa inicial son casi del 100%. Para localizar las células cancerosas, es importante someterse periódicamente a mamografías, unas técnicas no invasivas que pueden detectar lesiones en la mama incluso dos años antes de que sean palpables. Estos procedimientos de detección son muy importantes: una de cada ocho mujeres padecerá cáncer de mama a lo lago de su vida, por lo que la atención médica continuada resulta fundamental si se quiere atajar el tumor cuanto antes.
Se sabe que existen tumores asociados a una alteración genética, que se transmite de generación en generación. Dos genes –BRCA1 y 2- son los causantes de esa mala herencia genética de la que tampoco se libran los varones. Sin embargo, solo una pequeña proporción de los tumores de mama son hereditarios, apenas entre el 5 y el 10 por ciento de todos los que se diagnostican. Es difícil explicar el origen del 90% restante. El cáncer de mama puede aparecer en mujeres sin antecedentes familiares y a diferencia del cáncer de pulmón, vinculado directamente al tabaco, no se ha identificado aún una causa tan determinante, aunque sí se conocen algunos factores de riesgo.
Las mujeres que tienen más riesgo de pacederlo son aquellas que han cumplido 50 años. Aunque un 10% de los tumores se diagnostican en menores de 40 años, la mayor incidencia está por encima de los 50. Y, como en la mayoría de los tumores, a mayor edad, más riesgo. También tiene más posibilidades de sufrir esta «lotería» las que ya han sufrido un cáncer de mama o una lesión precancerosa como el carcinoma ductal in situ. Otro factor de riesgo importante es haber padecido lesiones benignas en la mama o tener pechos con una alta densidad mamaria, ser portadora de las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, contar con antecedentes familiares de cáncer, tener una primera regla precoz o una menopausia tardía. No haber tenido hijos o haber sido madre del primero después de los 30 años y no amamantarlos también son características que elevan el riesgo.
Cada vez hay más estudios que vinculan la obesidad, el consumo de alcohol y el sedentarismo a un mayor riesgo de cáncer. No se sabe por qué pero las mujeres obesas tienden a padecer tumores más avanzados y agresivos de mama. Una explicación podría ser que el sobrepeso aumenta la rigidez de los tejidos de grasa mamaria, lo que crea un microambiente que favorece el crecimiento del tumor. Esta teoría podría tener implicaciones importantes en las reconstrucciones de mama que emplean tejido adiposo extraído de otras zonas del cuerpo en lugar de prótesis. La dieta mediterránea tradicional podría decirse que es el menú ideal. Comer poca carne, abusar de las verduras y de las legumbres es la mejor dieta anticáncer. Sobre todo, si está aderezada con aceite virgen extra.
- Fuente: ABC, El Confidencial
- Foto: Administración Nacional de la Seguridad Social