¿Por qué la esclerosis múltiple afecta más a las mujeres?

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica autoinmune, inflamatoria y degenerativa que afecta al cerebro y a la médula espinal (sistema nervioso central). Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la padecen 47.000 personas en España, 700.000 personas en Europa y 2,5 millones de personas en todo el mundo.
Cada año se diagnostican 1.800 nuevos casos en nuestro país, de los cuales, el 70% corresponden a personas en edades comprendidas entre los 20 y los 40 años. Además, en las últimas dos décadas, el número de pacientes con esclerosis múltiple se ha duplicado.
En la actualidad, la esclerosis múltiple tiene tres veces más incidencia en mujeres que en hombres, como suele ocurrir en otras enfermedades de origen autoinmune.
¿Por qué la esclerosis múltiple afecta más a la mujer?
Aún se desconoce el origen de la enfermedad. Existe el componente genético, se ha estimado que la genética representa poco más de la mitad del riesgo de desarrollar la enfermedad. Numerosos estudios han demostrado como el gen que presenta tanto una mayor relación con el desarrollo de la esclerosis múltiple como de una progresión más rápida de la enfermedad es el denominado HLA-DRB1, un gen muy importante del sistema inmunitario.
No obstante, las últimas investigaciones han identificado ciertos factores medioambientales que podrían condicionar la aparición de la enfermedad y que muestran una mayor susceptibilidad de las mujeres.
- La mayor complejidad del sistema inmunitario en las mujeres, que interacciona más y es modulado por el sistema endocrino (hormonal) femenino.
- Los niveles de hormonas sexuales femeninas (los estrógenos principalmente) juegan un papel clave. Algunas investigaciones, como la publicada en la revista Immunology, evidencian el impacto de los factores hormonales en la esclerosis múltiple. Muchas mujeres son diagnosticadas cuando tienen entre 16 y 40 años, una de las etapas más activas de la vida y coincidiendo con su edad fértil. Los niveles elevados de estrógenos se asocian con una menor actividad de la esclerosis múltiple. De hecho, estudios han comprobado como mujeres con EM presentan menos síntomas y una menor actividad de la enfermedad durante el embarazo, cuando los niveles de estrógenos están elevados.
- Cambios en los hábitos de vida: sedentarismo, tabaquismo, obesidad o una peor alimentación.
- Déficit de vitamina D (por la menor exposición a la luz del sol). Algunas investigaciones señalan que cuanto más nos expongamos a la luz solar y más alto sea el nivel de vitamina D producida de manera natural, menor es el riesgo de sufrir esclerosis múltiple. Esto, probablemente, se debe a que esta vitamina fortalece la función inmunitaria en nuestro organismo.
Síntomas de la esclerosis múltiple en las mujeres
La enfermedad afecta al sistema nervioso central, por lo que, dependiendo de en qué grado esté activa y en qué grado estén afectados los tejidos nerviosos, la esclerosis múltiple puede provocar diversos síntomas:
- Problemas de visión.
- Entumecimiento y hormigueo de las extremidades del cuerpo.
- Sensación de rigidez y espasmos musculares involuntarios.
- Debilidad y fatiga.
- Problemas de movilidad.
- Disfunciones intestinales o de la vejiga.
- Mareos y vértigos.
- Dolor.
- Cambios cognitivos y de aprendizaje.
- Disfunciones sexuales.
Aunque los síntomas de la esclerosis múltiple en las mujeres son similares a los de los hombres, pueden incluir problemas adicionales debido a los cambios hormonales. De hecho, las mujeres con esta enfermedad suelen sentirse peor durante sus periodos menstruales, y los síntomas como la fatiga y la depresión o la debilidad pueden ser más acusados.
Desafortunadamente, aun no existe cura para la esclerosis múltiple, pero diferentes medicamentos y terapias complementarias pueden ayudar a controlar los síntomas o incluso retrasar el avance de la enfermedad.
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