Tres síntomas para conocer si tienes síndrome del ovario poliquístico

Aunque no existe un análisis único que revele que una mujer padece el síndrome del ovario poliquístico, el diagnóstico se establece ante la presencia de dos de tres de los signos habituales de la afección y que pasamos a repasar.
- El primer signo son menstruaciones irregulares o menos frecuentes, que sugieren que la mujer no ovula todos los meses. La ovulación es el proceso mediante el cual los ovarios desarrollan un óvulo maduro que luego se libera dentro del útero para poder ser fertilizado por un espermatozoide. Las mujeres que padecen el síndrome de ovario poliquístico suelen tener nueve menstruaciones al año, o presentar otra evidencia de que no ovulan todos los meses.
- El segundo signo del SOP es la excesiva presencia de la hormona masculina testosterona, o de otras hormonas que ejercen un efecto similar en el cuerpo. Eso puede detectarse mediante algunos análisis de sangre o ante la presencia de síntomas de más vello corporal, acné fuerte o pérdida del cabello.
- El tercer signo del SOP es el descubrimiento ecográfico de varios folículos en el ovario. El término ‘poliquístico’ puede ser engañoso, puesto que el síndrome de ovario poliquístico realmente no se relaciona con quistes ováricos anormales, sino con unos pequeños folículos no desarrollados que nunca reciben la señal de madurar y liberar un óvulo y se detectan a través de la ecografía.
La Asociación Española de Síndrome de Ovarios Poliquísticos presenta un sencillo test de solo 11 preguntas en que ayudan a las mujeres a saber si presentan síntomas.
El efecto del síndrome de ovario poliquístico sobre la fertilidad puede variar bastante entre una y otra mujer. En algunas mujeres, el SOP puede dificultar la concepción más de lo normal, aunque no siempre es así. No obstante, cuando el SOP repercute sobre la fertilidad, generalmente hay tratamientos que pueden ayudar.