Cómo combatir las infecciones urinarias en la menopausia

La menopausia conlleva cambios importantes en el cuerpo y el funcionamiento de las mujeres lo que desemboca en algunas molestias como sequedad vaginal, dolor durante el sexo o infecciones vaginales. Todo ello es consecuencia de la disminución de los niveles de estrógeno. Aunque no es tan conocido, también existe un mayor riesgo de sufrir infecciones urinarias en la menopausia.
Los tejidos del tracto reproductivo y del tracto urinario son muy sensibles a los estrógenos y cuando el nivel de estas hormonas descienden, los tejidos responden. Durante los años reproductivos, el extremo de la uretra, el pequeño tubo que lleva la orina desde la vejiga, por lo general termina en los tejidos de la vagina superior. Con los cambios en el nivel de estrógeno, los tejidos de la vagina superior tiran hacia atrás desde la punta de la uretra, dejando al descubierto la punta desprotegiéndola de las bacterias y aumentando las infecciones.
El estrógeno también tiene otros efectos sobre el tracto urinario. Esta hormona anima a la vejiga a producir sustancias antimicrobianas naturales y también ayuda a las células de la vejiga a defenderse de las bacterias como una primera defensa contra la infección. Así que no es de extrañar que cuando descienden los niveles de estrógeno, aumenten las infecciones urinarias.
En caso de que las infecciones sean habituales los médicos recomiendan a algunas mujeres tomar dosis bajas crónicas de antibióticos pero eso provoca una resistencia mayor del cuerpo a estos medicamentos lo que provoca que no sea del todo aconsejable. También otras soluciones naturales como el extracto de arándano convierte la orina en más ácida lo que puede disminuir el riesgo de infecciones del tracto urinario.Para algunos es útil, pero no hay resultados concluyentes en los estudios que se han realizado hasta el momento. Los alimentos probióticos son otra alternativa. Los estudios demuestran que tomar lactobacilos, que son un género de bacterias, dos veces al día puede ser útil, y aunque no es tan eficaz como los antibióticos tampoco genera una resistencia del cuerpo hacia estas bacterias.
Otros médicos creen que la mejor forma de prevenir las infecciones urinarias recurrentes son bajas dosis de estrógeno a través de pastillas, cremas o el anillo vaginal. Un estudio holandés comparó el tratamiento durante un año de dosis de estrógeno local frente a antibióticos en 252 mujeres. Las mujeres inicialmente tenían un promedio de siete infecciones urinarias por año. Los estrógenos locales y los antibióticos continuos redujeron el número de infecciones aproximadamente a la mitad.
Artículo con información del Doctor Mache Seibel
- Fuente: Huffingtonpost
- Foto: James Palinsad