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El 20% de las consultas ginecológicas es por vaginitis

vaginitis
Adamed Mujer en 14/05/2015 - 8:49 am en Destacados-2, Infecciones

La vaginitis es una inflamación de la mucosa vaginal y a veces de la piel vulvar y que puede ser secundaria a otras infecciones. La causa más frecuente es la infecciosa por candidiasis pero también pueden ocasionarla bacterias o protozoos como la tricomonas. Es muy frecuente en ginecología, dando lugar al 20% de las consultas. Existen distintos grados de vaginitis, la mayoría son casos leves y en raras ocasiones revisten gravedad, sólo en personas inmunodeprimidas o con una diabetes muy mal controlada la infección local de la vagina se puede diseminar.

Según explica a Europa Press la doctora Pilar Lafuente, ginecóloga del Hospital Universitario La Paz de la Comunidad de Madrid, la vaginitis es más común en mujeres en etapa fértil, entre los 20 y los 44 años, y el embarazo es una etapa en la que por la caída de la inmunidad existe más probabilidades de sufrirla. También están predispuestas a padecerla las personas inmunodeprimidas, con enfermedades del sistema inmune como el VIH o diabéticas, en las que es más común la vaginitis candidiásica.

Los síntomas más frecuentes de la vaginitis candidiásica son el picor en la zona vulvovaginal y síntomas urinarios como tener que ir mucho al baño, aumento del flujo que puede ser maloliente y dolor en las relaciones. Es común que estas vulvovaginitis se desencadenen cuando va a bajar la regla ya que se produce un descenso de las defensas. Los factores que la predisponen son padecer diabetes, realizar una ingesta elevada de hidratos de carbono, tener una excesiva higiene íntima debido a que cambia el pH vaginal y cualquier enfermedad que pueda afectar al equilibrio del ecosistema vaginal.

La recurrencia se produce en la mayoría de los casos por no cumplir bien el tratamiento, la existencia de un germen resistente al tratamiento o no recibir un buen diagnóstico. En las diabéticas un mal control y niveles elevados de glucosa elevan el crecimiento de las cándidas. La toma de antibióticos también se asocia con la vulvovaginitis por cándidas, por lo que si se sigue un régimen con estos fármacos y se presenta cualquier síntoma, es necesario recibir tratamiento. Si se produce repetición por cándidas hay que eliminar hidratos de carbono y azúcares refinados de la dieta ya que aumentan la glucosa en el cuerpo. Se considera recurrencia a 4 episodios al año demostrados por cultivo.

Las mujeres postmenopáusicas por su parte pueden padecer un tipo de vaginitis denominada atrófica y derivada de la delgadez de la piel de la vagina por la disminución de los estrógenos y los cambios en el flujo que favorecen las infecciones«Esto tiene una repercusión en una subida de los niveles de colesterol y en la pérdida de elasticidad de las arterias, la piel y en consecuencia de la piel de la vagina, que también pierde su elasticidad y los gérmenes que la defienden», explica Lafuente. El tratamiento se realiza con el empleo de lubricantes e hidratantes vaginales o también con estrógenos vaginales en pastillas, geles o el nuevo anillo vaginal. Los síntomas son similares a la vaginitis infecciosa.

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