Demuestran cómo el ejercicio beneficia a las arterias en mujeres posmenopáusicas

Investigadores de la Universidad de Alberta (Canadá) han estudiado cómo el ejercicio afecta específicamente a las mujeres posmenopáusicas. Muchos otros estudios se realizan solo con participantes masculinos o no distinguen entre participantes masculinos y femeninos. Dado que las hormonas sexuales pueden afectar la función endotelial, los investigadores creen importante considerar los efectos en hombres y mujeres por separado.
Las células endoteliales recubren el interior de los vasos sanguíneos y regulan la función vascular. El buen funcionamiento de las mismas está considerado un valioso indicador de la salud del corazón, ya que sirven para predecir el desarrollo de aterosclerosis, la acumulación de placa en las paredes de las arterias.
Por otra parte, hay evidencia de que el ejercicio ayuda con la función endotelial en general, aumenta el flujo de sangre a los músculos que trabajan, incluido el corazón, y la fricción de la sangre que se mueve a través de los vasos sanguíneos estimula las células endoteliales e incrementa la actividad de una enzima particular que produce una molécula llamada óxido nítrico. El óxido nítrico es importante para la función de las células endoteliales porque ayuda a mantener la dilatación de los vasos sanguíneos, lo cual es importante para el suministro de oxígeno a los tejidos y también ayuda a prevenir la formación de placa en las arterias.
Hormonas sexuales y función endotelial
Partiendo de que los estrógenos aumentan la formación de óxido nítrico, los autores de la investigación estudiaron previamente el efecto que producen los cambios en el estrógeno durante el transcurso de un ciclo menstrual en las mujeres premenopáusicas y, seguidamente, profundizar más sobre la disminución crónica del estrógeno en la menopausia.
Para ello evaluaron la función endotelial con una prueba de dilatación mediada por flujo. Colocando un manguito de presión arterial en el antebrazo, que se infla durante unos cinco minutos, hasta que los vasos sanguíneos se dilatan. Cuando se suelta el manguito, la sangre regresa rápidamente al antebrazo a través de la arteria braquial, una arteria más grande en la parte superior del brazo.
Según los investigadores, con ese gran aumento en el flujo sanguíneo, se produce toda esta fricción en las células endoteliales que provoca que liberen vasodilatadores, incluido el óxido nítrico. Eso significa que el óxido nítrico entrará en el músculo liso que rodea la arteria y hará que se relaje, y luego la arteria se agrandará.
Según los resultados de esta revisión sistemática, publicada en la revista ‘Frontiers’, la mayoría de los estudios observó un efecto beneficioso del ejercicio sobre la función endotelial en participantes posmenopáusicas. Intervenciones de estilo de vida como el ejercicio físico en mujeres postmenopáusicas pueden aportar un efecto beneficioso en la función endotelial, clave en la salud cardiovascular.
- Fuente: IM Médico Hospitalario
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