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¿Es la terapia sustitutiva hormonal buena para las mujeres con menopausia?

Adamed Mujer en 04/12/2015 - 3:53 pm en Menopausia

La terapia sustitutiva hormonal es el tratamiento que se da a las mujeres al inicio de la menopausia para abordar los cambios fisiológicos propios de esta etapa de la vida y, al mismo tiempo, evitar sus síntomas. Un tratamiento que, no obstante, ha sido objeto de discrepancias médicas y científicas sobre la relación entre beneficios y riesgos para la mujer. Cuando se alcanza la menopausia, el final de la edad fértil, se produce una disminución en la producción fisiológica de hormonas, y que hasta ahora habían servido de escudo protector para la mujer, como por ejemplo, problemas del corazón o de los huesos, como la osteoporosis.

Un estudio, publicado en 2002 y realizado en Estados Unidos, trató de evaluar los riesgos y beneficios de la administración de estrógenos y progestina en la menopausia, con la participación de 16.000 mujeres de 50 a 79 años. El estudio, que debía durar en principio ocho años, se concluyó antes, a los cinco, debido a que los resultados obtenidos hasta el momento no eran los esperados. De hecho, se detectó una alta tasa de mortalidad cardiovascular y de cáncer de mama en mujeres sometidas a este terapia. Tras su publicación, se redujo la prescripción de esta terapia en mujeres. Sin embargo, a la luz de otras numerosas investigaciones científicas realizadas a lo largo de la última década se ha constatado que los datos del estudio que alertaba de sus riesgos partían de un error de base y que habría de alterar los resultados finales, ya que se detectó que el 30% de las mujeres participantes en el estudio ya presentaba problemas de obesidad, hipertensión y otros factores de riesgo cardiovascular, al tiempo que en algunos casos también se había administrado la terapia en dosis excesivas y durante demasiado tiempo.

En caso de administrarla, la terapia debe comenzar a administrarse únicamente a las mujeres que en la transición a la menopausia tienen los síntomas, como los clásicos sofocos, debidos al desequilibrio hormonal, y que también se convierten en un factor de riesgo de cardiovascular y óseo. En las mujeres cuyo descenso no es alto, estos riesgos son menores y, por tanto, en principio no hay razón para administrar la terapia. Las dosis se administran por un período limitado de tiempo: de 18 a 24 meses.

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