El trabajo físico y los turnos laborales reducen la fertilidad de las mujeres

Tener un trabajo físicamente exigente o turnos de trabajo puede disminuir la capacidad de una mujer para concebir, de acuerdo con un estudio. Investigadores en Estados Unidos manifiestan que estudios anteriores han demostrado que algunas rutinas de trabajo pueden influir en el tiempo que una mujer tarda en quedarse embarazada, así como en su capacidad para dar a luz a un bebé sano a término. Sin embargo, indican, ningún estudio había sido capaz de medir los cambios físicos que el trabajo podría provocar, tanto en las hormonas reproductivas como en la función del útero.
Para tratar de responder a estas preguntas, un equipo de investigación dirigido por la Harvard TH Chan School of Public Health en Boston, Estados Unidos, evaluó la fertilidad de 473 mujeres que asistían a una clínica de reproducción. Las pacientes, con una edad promedio de 35 años, formaban parte de un estudio sobre factores ambientales y dietéticos que podrían afectar su fertilidad. El equipo midió el número de ovocitos restantes en el cuerpo de una mujer (conocido como «reserva ovárica«), y los niveles de una hormona que estimula el ciclo menstrual. También analizaron la «respuesta ovárica», que consiste en el número de óvulos maduros capaces de convertirse en un embrión sano, en 313 de las mujeres que habían completado al menos un ciclo de fertilización in vitro (FIV). Las mujeres proporcionaron detalles sobre sus horas de trabajo, sus patrones de turno, y qué nivel de exigencia física encontraban a su horario. También se les cuestionó acerca de los lapsos que estaban activas e inactivas durante su tiempo libre.
Los investigadores encontraron que 4 de cada 10 de las mujeres tenían que mover o levantar objetos pesados de manera regular durante las horas de trabajo. Alrededor de 22% expresó que sus trabajos eran de moderados a muy exigentes físicamente. En general, 91% manifestó que trabajaba las horas normales de oficina. El estudio, publicado en la revista Occupational and Environmental Medicine, reveló que las mujeres con trabajos físicamente demandantes tenían una menor reserva ovárica, en comparación con aquellas que normalmente no levantaban objetos pesados. Además, las mujeres con trabajos físicamente exigentes que estaban bajo tratamiento mediante fertilización in vitro tenían una menor reserva total de ovocitos, que aquellas cuyos trabajos no requerían esfuerzo físico.
Por otra parte, estas diferencias son aún más marcadas entre las mujeres que trabajan con turnos, en particular las que trabajan en las tardes y noches, o donde los patrones de turno son variables. Los investigadores comentan que esto probablemente refleja la interrupción del reloj interno del cuerpo. La edad y el peso también fueron relevantes. Las mujeres con sobrepeso, un índice de masa corporal (IMC) ≥ 25 kg/m2, y con trabajos físicamente exigentes, también tenían menos ovocitos maduros, frente a las mujeres del mismo peso que no realizaban ningún trabajo con esfuerzo físico. Los investigadores advierten que no pueden demostrar causalidad, debido a que llevaron a cabo un estudio observacional utilizando datos de terceros.
Al comentar los resultados en una declaración, la Dra. Channa Jayasena, profesora clínica de endocrinología del Imperial College London, en Reino Unido, expresa: «Sabemos que el esfuerzo físico y el estrés pueden inhibir el sistema reproductor femenino y hacer que los periodos sean irregulares, o incluso se ausenten. Las trabajadoras están alejándose cada vez más de un modelo tradicional con horarios de 9 a 5, y todavía sabemos muy poco acerca de cómo esto podría afectar nuestra salud».
«Este estudio es demasiado pequeño como para descartar que el horario, así como el trabajar en labores manuales, las expusieran a algo que las hiciera menos fértiles, por ejemplo, es posible que fueran más pobres y, por tanto, tuvieran diferentes condiciones sociales o hábitos alimenticios, en comparación con las que trabajan de 9 a 5. En cualquier caso, los resultados nos ayudan a entender cómo la vida laboral puede tener un impacto en nuestra salud reproductiva«.
El Dr. Alastair Sutcliffe, profesor de pediatría en el University College London, en Reino Unido declara: «Los seres humanos, como la luz. Cuando la luz del sol golpea nuestra retina, la serotonina, ‘hormona feliz’, aumenta instantáneamente en el cerebro, por lo que amamos los días de invierno soleados, pero no los días húmedos y nublados. Así que el trabajo por turnos no es una forma biológicamente óptima para trabajar, y es sabido que la gente que tiene que hacer esto enfrenta muchos riesgos para la salud, tales como la hipertensión«.