La tríada de la mujer deportista y cómo afecta gravemente a su salud

La tríada de la mujer deportista es como se conoce al síndrome que afecta a las atletas en tres aspectos fundamentales de su salud: las disfunciones menstruales, los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y las alteraciones en la masa ósea. Este trastorno afecta especialmente a deportistas de alto rendimiento, pero no están exentas las mujeres deportistas a nivel aficionado.
El origen de este síndrome viene dado por la ingesta insuficiente de nutrientes por parte de la atleta que su organismo requiere. Según el artículo “The Female Athlete Triad: A Metabolic Phenomenon”, lo define como un síndrome en el cual la baja disponibilidad de energía dispara una amplia gama de mecanismos endocrinos para disminuir el gasto energético, lo cual perjudica la salud reproductiva y esquelética.
La disponibilidad energética se conoce cómo la cantidad de energía de la dieta que queda cada día, después del entrenamiento, para el resto de las funciones fisiológicas.
El concepto de la tríada de la deportista femenina empezó a ser investigado a raíz de la incorporación masiva de la mujer al mundo del deporte. En ese momento se comenzó a observar una elevada frecuencia de lesiones, desórdenes en la alimentación y problemas reproductivos.
Ya sea a nivel del deporte de élite o de aficionado, nos encontramos con que una de las preocupaciones de muchas mujeres que practican deporte es la reducción de la grasa corporal. Esto lleva a prácticas como realizar sobreentrenamientos, descansos inadecuados o insuficientes, excesivo culto al cuerpo o reducción drástica de la ingesta de calorías y, más concretamente, de las grasas.
¿Cómo afecta a la salud de las mujeres deportistas?
Este tipo de prácticas antes mencionadas, van a provocar en la mujer un desajuste hormonal que influirá en el ciclo menstrual haciendo que se suprima la menstruación (amenorrea) y la disminución de la masa ósea, lo que va a favorecer el desarrollo de osteoporosis en el futuro.
Una mujer deportista no tiene porqué padecer simultáneamente las tres manifestaciones clínicas a la vez, sino que pueden presentarse también de forma individual. De hecho, la prevalencia de atletas femeninas con los tres componentes es baja. Según un estudio llevado a cabo en Australia, sólo el 10% de las mujeres atletas presenta los tres componentes de la triada.
Sin embargo, los componentes individuales de la triada son más comunes en los atletas de todos los niveles y edades. Algunos estudios apuntan a que hasta el 78% de las mujeres atletas tienen al menos uno de los tres componentes de la tríada.
Síntomas del síndrome de la tríada de la mujer deportista
La prevención es clave para evitar que esto suceda y, en el caso de que se produzca, el diagnóstico ha de llegar lo más rápido posible, por lo que hay que prestar atención a cualquier posible síntoma que pueda delatar esta patología:
- Dietas restrictivas.
- Atracones de comida y/o vómitos provocados.
- Empleo de medicación similar a los laxantes.
- Pérdida de peso pronunciada.
- Periodos de irregularidades en la menstruación.
- Ausencia total de menstruación (amenorrea).
- Huesos débiles y tendencia a las fracturas.
- Anemia.
- Sensación de cansancio y fatiga.
- Depresión, ansiedad y/o irritabilidad.
- Baja autoestima.
- Disminución de la capacidad para concentrarse.
- Intolerancia al frío, hipotermia, frío y pérdida de color en pies y manos.
- Debilidad en las uñas y el cabello.
Para la correcta realización de las actividades deportivas debe tenerse en cuenta una alimentación saludable, manteniendo un equilibrio energético entre la ingesta y el gasto de nutrientes, de lo contrario puede llevar a consecuencias para la salud.
El abordaje para este tipo de trastorno sería a través de un tratamiento multidisciplinar el que se sumen profesionales de todas las áreas.
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