¿Cuánta agua necesitamos beber cada día?
Si en la anterior vídeo-píldora Saludablemente la nutricionista Marta Calbo nos hablaba del alcohol, hoy es el turno de un elemento básico para nuestra supervivencia: el agua.
¿Sabíais que estamos formados por un 60% de agua? Aunque este porcentaje es mayor cuando nacemos y menor a medida que nos hacemos mayores, ya que perdemos kilos de masa muscular.
Cuando bebemos agua, la absorbemos en el intestino y llega a las células. Estar compuestos mayoritariamente de agua hace que hidratarnos sea la necesidad principal a cubrir, y para ello tenemos un mecanismo de aviso: la sed. Cuando tenemos la necesidad de beber agua es que ya estamos un poco deshidratados, por ello, debemos intentar ir bebiendo a lo largo del día, para evitar tener mucha sed de golpe, aunque en nuestro entorno esto no sea un problema porque probablemente tendremos agua disponible cerca. Sin embargo, en personas mayores sí que es importante prevenir la deshidratación porque la sensación de sed no es tan fuerte y cuando beben, muchas veces ya están un poco deshidratados.
En general, ¿cuánto líquido necesitamos beber cada día para mantener un buen estado de hidratación? Esta respuesta depende de muchos factores: el líquido que hemos perdido durante la noche y que tenemos que recuperar durante la mañana, la temperatura ambiental (si es invierno o verano), la humedad, el deporte realizado, la cantidad de masa muscular que se tiene y el aporte de líquido de los alimentos que ingerimos.
Por ejemplo, si nuestra dieta se basa en hortalizas, fruta y verdura podemos llegar a ingerir un litro de agua, con lo que beber otro litro (más o menos) sería suficiente para cubrir los dos litros de agua necesarios en condiciones más o menos estándar.
También es bueno saber que no nos hidrataremos igual en función de la temperatura del líquido: lo ideal es beber agua a temperatura fresca, entre unos 15 y 20 grados, que no esté ni mucho más fría ni mucho más caliente que la temperatura del cuerpo.
Y para acabar, es importante recordar que no todas las bebidas tienen el mismo efecto a la hora de hidratarnos: el alcohol, el café o algunas infusiones suelen producir un efecto diurético, con lo cual favorecen que expulsemos más líquido; y las bebidas azucaradas aportan un exceso de azúcar y calorías que favorecen la ganancia de peso o el aumento de azúcar en sangre. La mejor opción para hidratarnos siempre es el agua.
