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La falta de inversiones frena los últimos intentos de crear una pildora anticonceptiva masculina

Adamed Mujer en 19/11/2016 - 12:15 pm en Sexo

Durante décadas, las mujeres han tenido muchas opciones anticonceptivas. A día de hoy, se incluyen la píldora, el parche, la esponja anticonceptiva, el diafragma, la inyección Depo-Provera, el anillo vaginal NuvaRing y los dispositivos intrauterinos, o DIU. Pero para los hombres, sólo hay dos: el preservativo y la vasectomía. Y la razón no es que los hombres no estén dispuestos a emplear otros métodos. Los investigadores que trabajan en fármacos anticonceptivos masculinos afirman que existen dos retos principales para llevar estos productos a mercado. Para empezar, bloquear la producción de millones de espermatozoides frente a impedir la liberación de un óvulo mensual es sencillamente más complicado biológicamente. Segundo, existe poca financiación para los ensayos clínicos de estos fármacos.

El proyecto más reciente publicó en octubre un estudio respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que demostró que una inyección anticonceptiva hormonal para hombres impidió el embarazo en sus parejas femeninas. Pero el ensayo fue detenido en 2011 bajo la recomendación de un panel externo a causa del suicidio de un participante y graves efectos secundarios sufridos por otros, como la depresión. El coautor del estudio y director adjunto de Programas del instituto de investigaciones sin ánimo de lucro Conrad, Douglas Colvar, dice que los resultados fueron desalentadores.

Los anticonceptivos hormonales para hombres, que intentan impedir la formación de esperma, han sido los más estudiados y llevan investigándose desde las últimas cuatro décadas. Un ensayo en 1.045 hombres chinos con otro anticonceptivo hormonal inyectable fue capaz de suprimir la producción de esperma  de forma eficaz y reversible. Pero la empresa que fabricaba ese fármaco, Zhejiang Xian Ju Pharmaceutical, nunca realizó más pruebas ni buscó la aprobación regulatoria para el fármaco inyectable.

Otro método anticonceptivo no hormonal, Vasalgel, podría ser probado en personas en 2017. Se trata de un gel polimérico que se inyecta en el conducto deferente, el tubo que lleva el esperma hasta el pene. El gel actúa de forma similar a otro proyecto que está siendo estudiado en la India, la inhibición guiada y reversible del esperma (RISUG, por sus siglas en inglés). RISUG se encuentra en ensayos clínicos de fase III en la India, pero el estudio ha estado luchando por reclutar suficientes participantes. La directora y fundadora de la Fundación Parsemus, Elaine Lissner, afirma que Vasalgel ha sido eficaz a la hora de detener la producción de esperma en conejos, monos, babuinos y perros. Pero en animales más grandes, les ha resultado más difícil revertir sus efectos, por lo que Lissner señala que hacen falta más estudios.

Los investigadores también trabajan en el desarrollo de píldoras no hormonales. Un equipo del King’s College de Londres (Reino Unido) está estudiando la fenoxibenzamina, que actualmente es empleada para tratar la hipertensión, como método anticonceptivo para hombres. Denominada como «la píldora de sábanas limpias», es un fármaco de acción rápida diseñado para producir un orgasmo libre de semen. Hasta ahora, sólo ha sido probado en animales. En Indonesia, unos científicos están probando píldoras sintetizadas por el arbusto Justicia gendarussa en cientos de hombres que participan en ensayos clínicos. Se cree que la Justicia gendarussa interfiere con una enzima en la cabeza del esperma y debilita su capacidad de penetrar el óvulo. Se encuentra en ensayos de fase II, pero será necesario repetir los ensayos clínicos en otros países para obtener la aprobación de la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y de la Agencia Europea del Medicamento.

Y el investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard (EEUU) y del Instituto de Cáncer Dana-Farber James Bradner descubrió un compuesto llamado JQ1 que inhibe la producción y la movilidad de esperma. Las inyecciones del compuesto en ratones frenaron drásticamente la producción de esperma, y cuando se detuvieron, el recuento de espermatozoides recuperó los niveles normales. Bradner y su equipo creen que una versión en píldora podría generar los mismos resultados. Pero para que estos fármacos de investigación lleguen hasta ensayos humanos necesitan financiación.

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