Nueve falsos mitos sobre los anticonceptivos

El uso de los anticonceptivos está relacionado con numerosos mitos que la ciencia ha ido poco a poco derribando. Repasamos algunos de los mitos más extendidos acerca de los métodos anticonceptivos y os explicamos qué hay de cierto en todo ello.
- La píldora aumenta el riesgo de sufrir un cáncer: los anticonceptivos orales no solo no predisponen a la aparición de muchos tipos de tumores sino que la previenen. Así lo refleja un estudio publicado recientemente cuyos resultados indican que la píldora ha evitado 200.000 cánceres de útero en la última década. Según el estudio, la toma de contraceptivos orales durante cinco años reduciría un 25% el peligro de cáncer de útero antes de los 75 años. Su toma durante 10 años reduciría prácticamente a la mitad el peligro de un cáncer de endometrio, de 2,3 casos a 1,3 por cada 100 mujeres. En 2005, la IARC, la agencia del cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), estimaba que la píldora era responsable de un ligero aumento del riesgo de cáncer de pecho, de cuello del útero y de hígado, al tiempo que ejercía un efecto protector contra el cáncer de ovarios y de útero.
- Los métodos «tradicionales» son seguros: la marcha atrás o ‘coitus interruptus’, no son fiables a pesar de la gran aceptación que tienen entre algunos sectores. Una encuesta realizada por la Sociedad Española de Contracepción reveló que un 15% de las mujeres mantiene relaciones sin protección y un 13% practica el coito interrumpido. El peligro es que el líquido preseminal puede contener espermatozoides, que pueden fecundar el óvulo, además del riesgo de no «parar a tiempo». En total, alrededor de un millón de españolas utiliza métodos de eficacia dudosa.
- La píldora engorda: a diferencia de lo que muchas mujeres creen, la píldora anticonceptiva no es la culpable de su aumento de peso. Al menos ningún estudio ha logrado demostrar esta asociación. Los compuestos más modernos tienen dosis de hormonas muy bajas de forma que esto no ocurre, aunque sí puede producir es una ligera retención de líquidos.
- El virus del sida es capaz de atravesar los preservativos: falso. Ni el VIH ni ningún otro patógeno conocido hasta la fecha puede pasar a través del látex y transmitir una enfermedad. De hecho, los condones son el único medio eficaz para evitar el contagio del sida, el papilomavirus y otras enfermedades de transmisión sexual. Sin embargo, muchas comunidades religiosas y africanas, especialmente, se resisten a usarlo.
- No debo tomar la píldora más allá de los 35 años: lo cierto es que se puede tomar durante toda la vida fértil. Eso sí, si fuma, tiene hipertensión, diabetes o riesgo elevado de cardiopatía es conveniente que no la tome a partir de esta edad. En estos casos, es mejor consultar con el ginecólogo.
- La píldora tiene muchos efectos secundarios que perduran después de dejarla: desde la introducción de las nuevas píldoras, que contienen menos hormonas que los primeros preparados, los efectos secundarios se han reducido notablemente y, desde luego, desaparecen si se dejan de tomar. De hecho, la tendencia actual es producir compuestos con menor eficacia anticonceptiva pero que, como contrapartida, tengan menos efectos adversos.
- En la primera relación no hay riesgo de embarazo: esta creencia es la culpable de muchos embarazos no deseados, sobre todo en adolescentes. Una vez que se haya producido una ovulación una mujer se puede quedar embarazada, más aún, antes de la primera menstruación también existe esta posibilidad ya que el óvulo se expulsa unos días antes del sangrado
- Suprimir la menstruación es nocivo: los métodos hormonales (píldora, parche, implantes, inyecciones) hacen que desaparezca la regla fisiológica y lo que provocan en su lugar es un sangrado artificial pensado en su día para imitar el proceso normal y evitar así el rechazo de las usuarias. Las píldoras tradicionales se toman durante 21 días y dejan una semana de descanso en la que se produce esa mímesis.
- Si tomo la píldora, no debo preocuparme por otros fármacos: lo cierto es que la absorción de los anticonceptivos puede interferir con la de otros medicamentos y viceversa. Si está tomando algún tratamiento farmacológico debe consultar con su ginecólogo ya que puede estar en riesgo de quedarse embarazada sin saberlo.